La ley de Illich estipula que los seres humanos poseemos una capacidad de trabajo y de concentración limitadas, no infinitas, y que luego de estar un cierto número de horas trabajando o realizando una actividad, la productividad comienza a disminuir de manera significativa. A partir de ese punto se produce un umbral de productividad negativa, en el cual, nos es difícil mantener la concentración en la tarea y comenzamos a cometer errores en cadena, arruinando el esfuerzo y resultados obtenidos previamente. Entonces te estarás preguntando: ¿Cómo obtener la mayor tasa de productividad sin perder la concentración ni caer en errores repetitivos? Te lo explicamos a continuación.
¿Cómo aplicar la ley de Illich a tu vida personal con éxito?
La ley de Illich deja claro que la clave no es trabajar muchas horas, si no que las horas trabajadas sean efectivas. Según esta ley, el secreto para obtener una alta tasa de productividad sin agobiarse, es organizar los tiempos de trabajo y descanso de una manera equitativa.
Pongamos un ejemplo: Un estudiante de derecho puede leer 100 páginas de un texto en 2 horas, pero no podrá leer 500 páginas en 10 horas, ya que luego de determinada cantidad de tiempo su rendimiento comenzará a mermar y no podrá retener toda la información de manera eficiente.
Es posible entonces, que este alumno no llegue a leer las 500 páginas y que termine leyendo mucho menos y probablemente no logre retener bien toda la información. Para que este problema no suceda, ley de Illich propone que alternemos de una forma constante entre el trabajo y el descanso; y para ello plantea un sistema de «cajas de tiempo» para organizar el tiempo de la forma más eficiente. La ley de Illich se puede combinar con la matriz de Eisenhower para aumentar su efectividad.
Algunos ejemplos de las cajas del tiempo que puedes utilizar:
- 10 minutos de trabajo/estudio y 2 de descanso: Este lapso, aunque a simple vista puede ser considerado como muy poco tiempo, permite desarrollar pequeñas tareas con el máximo de eficiencia y evitar distracciones que puedan estar retrasándolas o haciendo procrastinar.
- 25 minutos de trabajo y 5 minutos de descanso: Muchos ya conocemos este lapso por la técnica pomodoro, permite enfocarse en una tarea durante un tiempo medianamente prolongado y recompensar a nuestro cerebro con descansos periódicos para mantenernos frescos hasta la siguiente tarea.
- 48 minutos de trabajo y 12 minutos de descanso: Extender la totalidad de la práctica a una hora permite realizar tareas que requieran más tiempo y esfuerzo alcanzando el máximo umbral de rendimiento, a la vez que otorga un tiempo de descanso más prolongado el cual supone una mayor recompensa por la actividad realizada e influye en un mejor descanso mental. Esta proporción se ajusta al principio de Pareto 80/20.
Beneficios de aplicar la ley de Illich
La ley de Illich deja claro que el trabajo inteligente vence de sobra al trabajo duro sin planificación. Aplicar estos conceptos puede ser complicado al principio, pero recuerda que todo cambio es una cuestión de hábitos. Personalmente te recomiendo que apliques estas técnicas a lo largo de un día y al final del mismo evalúes la productividad en una escala del 1 al 10. Al día siguiente realiza tus actividades sin aplicar los conceptos de la ley de Illich, evalúa nuevamente la productividad y compárala con el día anterior, de seguro te llevas una sorpresa. En este punto exacto del vídeo puedes ver con más detalle la ley de Illich.
También puedes echar un vistazo al artículo sobre cómo organizar mi tiempo, consejos que aplico personalmente en el día a día + una herramienta Excel gratis de regalo. Otra recomendación es la ley de Perls, que hace referencia a las preocupaciones innecesarias, las cuales te comen tiempo y energía.
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